La comunidad internacional presiona a Israel para que no ataque a los cascos azules de la ONU en el Líbano. Treinta y cuatro países, entre ellos España, han condenado en una declaración conjunta los bombardeos a cuarteles de las fuerzas de paz de Naciones Unidas, en los que cinco miembros han resultado heridos. Estados Unidos ha vuelto a pedir a Israel que se garantice su seguridad y el Papa pide respeto.
En los últimos días, la FINUL denunció que cinco de sus soldados han resultado heridos en incidentes atribuidos a Israel, cuyo Ejército invadió el sur de Líbano hace casi dos semanas en el marco de su campaña para desmantelar las capacidades militares de la formación armada, que está resistiendo la embestida de las tropas israelíes.
Netanyahu dijo que Israel hace "todo lo posible" por evitar el daño a los cascos azules, pero que la mejor manera de prevenir estos incidentes es sacarlos fuera del territorio, para lo que haría falta una decisión del Consejo de Seguridad.