Las fuertes lluvias han hecho que la mayoría de los habitantes de Álora siga sin tener agua potable, aunque estaba prevista la recuperación para este viernes por la tarde
Los más afectados hacen balance para notificarlo a las compañías aseguradoras. Los edificios públicos también se han visto dañados.
Las fuertes lluvias han hecho que la mayoría de los habitantes de Álora siga sin tener agua potable, aunque según el alcalde de la localidad malagueña, Francisco Martínez, está previsto que esta tarde vuelva a recibir suministro el casco urbano para abastecer al 80 por ciento de la población. El alcalde asegura que va solicitar la declaración de la localidad como zona afectada gravemente por una emergencia de Protección Civil tras el paso del temporal, al igual que han anunciado Cártama y Valle de Abdalajís. Poco a poco, el suministro de agua se está restableciendo en la localidad, donde aún hay vecinos aislados.
Martínez ha explicado que pedirán la declaración de zona afectada gravemente, ya que "los daños en la infraestructura de caminos rurales y en las instalaciones eléctricas de los pozos de agua potable son brutales". Una de las prioridades era recuperar el suministro de agua y, según ha calculado el alcalde, "podría estar esta noche el 85-90% del suministro restablecido". "Nos van a quedar puntos, como las partes más alta y algo del diseminado", ha añadido, pero desde las 13.00 horas "está entrando agua en los depósitos principales".
Por otro lado, el regidor ha explicado que aún quedan algunos vecinos aislados, como una mujer de unos 80 años que estaba sola y no podía salir y a la que se le ha llevado comida, al igual que a una familia con niños pequeños. Al respecto, el regidor ha añadido que entre la tarde de este viernes y este sábado podría acondicionarse los caminos para que puedan salir, pero estos caminos no quedarán restablecidos, aunque sí servirá para "que puedan los vecinos entrar y salir". Unas 14 maquinarias continúan trabajando en la localidad para intentar restablecer la normalidad poco a poco. Los técnicos municipales, asimismo, trabajan para evaluar los daños.
El rastro del barro se mantiene en las calles de Álora y los vecinos se adaptan a la situación como pueden. Los negocios ofrecen su servicio con lo mínimo. Los pozos de suministro se encuentran sepultados por el lodo y las instalaciones eléctricas destrozadas. Los técnicos y operarios se afanan en la reparación de caminos y vías para garantizar el tránsito con seguridad por el valle del Guadalhorce. Los más afectados hacen balance para notificarlo a las compañías aseguradoras. Los edificios públicos también se han visto dañados.
En Ardales, el consultorio médico se ha trasladado de manera provisional al Centro Cultural. En Torremolinos el Ayuntamiento ha organizado una campaña de recogida de alimentos y enseres para los damnificados en Álora, Cártama y Pizarra.