La avispa asiática y las importaciones extranjeras, principales amenazas para los apicultores andaluces
Hemos estado en la Sierra de Cádiz, la principal zona productora de la provincia y donde se produce una miel de gran calidad.
Este lunes 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, una jornada con la que la Asamblea General de Naciones Unidas pretende concienciar sobre la importancia que tienen estos insectos para el planeta.
Con una miel de excelente calidad, los apicultores andaluces se enfrentan a dos amenazas principales: las importaciones extranjeras y la presencia cada vez mayor de una especie de avispa asiática que amenaza con acabar con las colmenas.
La comarca de la Sierra de Cádiz es una de las principales zonas productoras. Aquí se concentra el 80 por ciento de la apicultura de la provincia.
La miel de esta zona, además de ser una calidad excelente, es única porque se produce en terrenos de dos parques naturales, Grazalema y Los Alcornocales, según destaca José Luis Fernández, presidente de la Asociación Apícola Sierra de Cádiz.
Pero también hasta aquí llegan las amenazas. La mayor, la vespa orientalis, una especie exótica que procede de Asia y que asesina literalmente a las abejas autóctonas.
La competencia de mieles extranjeras, sobre todo de las producidas en China, también hace mella, aunque la miel gaditana es reconocida por su gran calidad por un público fiel. Nacional, sobre todo, pero también europeo, principal de Francia.
Las abejas no solo producen miel, jalea real y cera; además juegan un papel esencial en la polinización, un proceso que asegura la supervivencia de los ecosistemas y que incluso contribuye a la seguridad alimentaria.
