Lo hemos visto en la localidad de Rota, en Cádiz. Ya se ha hecho viral y se ha convertido en un reclamo turístico.
Todo empezó cuando Juan Ramón vio, en una exposición de Julio, estas macetas con caras y decidió colocarlas en la fachada de su hostal.
Los vecinos se fueron uniendo a la iniciativa y el barrio entero, pronto se convirtió en una galería de arte al aire libre y también un ejemplo de que la buena vecindad es algo que merece la pena cultivar.