Las 'paseras': un ritual esencial para los vinos Pedro Ximénez
En Córdoba ya ha comenzado este proceso, manual y laborioso, consiste en la recolección de la uva y su extensión al sol para secarlas y concentrar así los azúcares.
Es el paso previo a la elaboración del afamado vino dulce.
Durante la vendimia en la comarca cordobesa de Montilla-Moriles, se contempla un ritual que ha perdurado a lo largo del tiempo. Las uvas de la variedad Pedro Ximénez se extienden en las conocidas como paseras. Un proceso manual y laboriosos bajo las altas temperaturas del verano.
Los jornaleros de la zona se dedican a recolectar uvas de la variedad Pedro Ximénez, la cepa autóctona de la comarca. Los racimos se cortan de forma manual y se acaban extendiendo en grandes capachos para el proceso de asoleo. Este proceso, característico de la vendimia en Montilla-Moriles, consiste en exponer las uvas al sol para que se deshidraten y concentren sus azúcares, lo cual es esencial para la elaboración del vino dulce Pedro Ximénez, emblema de la Denominación de Origen.
Este año, la cooperativa La Aurora de Montilla ha sido de las primeras en comenzar el proceso de asoleo. La ausencia de previsión de lluvias es un alivio para el sector, ya que la humedad podría provocar la proliferación de hongos y la aparición de enfermedades como la podredumbre gris, que dificultarían la fermentación y la calidad del vino.
