Violencia reconocida por la ONU
Violencia reconocida por la ONU

El acoso callejero afecta a casi todas las mujeres, según un estudio de la Universidad de Córdoba

El 98 % de las encuestadas sufre este tipo de conductas en espacios públicos y el 80 % con frecuencia mensual.

La investigación también pone de relieve cómo afecta a la salud mental y a la libertad de movimientos de las víctimas.

CANAL SUR MEDIA 2 octubre 2024

El 98 % de las mujeres experimentan acoso callejero y el 80 % lo sufre de manera mensual, según un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba.

Este tipo de violencia, reconocida por la ONU desde 2013, implica una serie de conductas dirigidas a mujeres "por parte de uno o varios hombres desconocidos sin intención comunicativa". Se trata de conductas con cariz sexual y con la intención de degradar a la mujer y, a pesar del adjetivo "callejero, va más allá de las calles": parques, centros comerciales, cines o pasillos de la Universidad pueden ser otras ubicaciones.

El estudio, que ha contado con la participación de 245 mujeres de entre 18 y 61 años, arrojó "altas tasas de acoso callejero" en el país donde el 98 % de las mujeres encuestadas había recibido algún tipo de acoso callejero durante su vida, el 80 % lo había experimentado de manera mensual y el 25,7 % de forma diaria", según ha indicado una de las investigadoras del estudio, Naima Farhane.

En relación con el impacto que estas conductas pueden producir en la vida de las mujeres, han comprobado que "a mayor frecuencia de experiencias de acoso se observaron mayores niveles de ansiedad y de miedo a la violación".

Además, la autoestima también se vio disminuida en relación con estas experiencias. En el estudio se preguntaba por la ansiedad de manera específica, situándolas en una situación de acoso para que indicasen el malestar que sintieron en relación con esa experiencia.

El cambio de vida y rutinas de las mujeres para evitar el acoso también se muestra en el estudio, ya que las participantes comunicaron que llevaban a cabo restricciones en su movilidad y evitar algunos lugares cuando estaban solas.

De esta manera, "el acoso callejero se revela como un mecanismo de control que refuerza la subordinación de las mujeres. El hecho de que las mujeres utilicen estas estrategias evitativas restringe los espacios públicos a quien puede ocuparlos con cierta seguridad", ha indicado Farhane.

Así, la limitación de la libertad de movimiento de las mujeres debido al acoso callejero que refleja el estudio pone en evidencia la importancia de esta problemática, a pesar del apoyo legislativo que hay en el país.

Como indican las autoras del estudio, Carmen Contreras y Rosario Castillo, además de Farhane, hay una dicotomía entre lo que ocurre en las calles y los avances normativos, creando una especie de "burbuja de la igualdad".
Por último, otra de las cuestiones que revela el estudio es que el sexismo se relaciona con menos reportes de experiencias de acoso.

Demuestra que, como ha analizado Contreras, "mantener una ideología sexista puede hacerte no detectar o no recordar estas experiencias de acoso, que se normalizan y se entienden como parte de la relación normal entre mujeres y hombres".
Y en el reverso, las mujeres feministas identificaron más este tipo de conductas.

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