Han parado obras por falta de material, igual que las dos principales minas de Andalucía: Riotinto y Cobre las Cruces.
La industria conservera y la automovilística también comienzan a sufrir los efectos y frenan líneas de producción.
El paro de los camioneros, en concreto de autónomos y pymes, está afectando ya prácticamente a todos los sectores de la economía. La construcción ha tenido que parar obras en casi todas las provincias de Andalucía, la minería, también, por falta de suministros, y otro tanto ocurre en la industria conservera y en la automovilística, lo que pone en peligro cientos de empleos.
Se cumple una semana del paro patronal de los transportistas de mercancías por carretera y es un efecto dominó. En Granada, Marbella, Jaén y Sevilla han organizado caravanas lentas que han bloqueado las carreteras este lunes.
En la construcción, se han tenido que parar obras en Cádiz, Sevilla o Córdoba, porque no les llegan los materiales. Mientras, las dos principales minas de Andalucía, Riotinto y Cobre las Cruces, también se han visto obligadas a cesar su actividad por el mismo motivo.
El presidente de la patronal CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), Antonio Garamendi, avisa de que se está causando "un daño irreparable a muchos sectores".
En Dcoop, la mayor cooperativa de la comunidad autónoma, se ha tenido que mandar a casa a 101 empleados porque no pueden seguir con la actividad en la línea de aceituna de mesa. Hay factorías automovilísticas que también han frenado en seco su cadena de trabajo.
Se da la circunstancia de que, desde que empezó esta protesta, que no secundan ni los sindicatos ni las principales patronales del transporte de mercancías por carretera, 44 personas han sido detenidas y casi 1.900 convoyes de camiones han sido escoltados.