Sembrar cáñamo entre los chopos, la innovación que se abre paso en la Vega de Granada
Esta práctica agrícola se está experimentando gracias a un programa europeo en el que se dan la mano la sostenibilidad económica y la ambiental, aprovechando las emblemáticas choperas de esta zona de Andalucía.
En la Vega de Granada se sigue investigando sobre el aprovechamiento del chopo. Ahora se está probando la siembra de cáñamo entre estos árboles.
Una cosecha de chopos tarda entre 8 y 10 años, mientras que las de cáñamo pueden ser hasta tres al año. Mientras crecen los chopos se pueden sacar entre 20 cosechas de cáñamo en la misma finca.
El paisaje de choperas es seña de identidad de la vega granadina, ha dado de comer a muchas generaciones y ahora es más necesario que nunca. Necesario por economía pero también por sostenibilidad del medio ambiente. Juan Carlos Cano, administrador de Agroservicios Hijos Celedonio, es tercera generación de cultivadores de chopo y ahora también está sembrando el cáñamo. Se trata de un ensayo del programa europeo "Madera para el futuro" que ocupa 12 hectáreas.
El crecimiento del cultivo vendrá determinado por la demanda de la industria de la construcción. Con el cáñamo se fabricarán ladrillos ecológicos y el hormigón se irá sustituyendo por cemento de cáñamo. No es el futuro, es el presente. Estamos obligados por la Unión Europea a bajar la huella de carbono de la construcción, pero además, su cultivo es un potente descontaminante de la atmósfera, según explica Patricia Gómez, ingeniera agrónoma y gerente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE).
Y hay más ventajas para el agricultor: el cáñamo no necesita abonos, ni repelentes de plagas, crece en simbiosis perfecta con el chopo.
