Es la primera vez que el sector apuesta por ese país: busca exportar fuera de la UE para frenar la caída del cultivo
Los motivos principales son la competencia de terceros países europeos y los recortes tanto fitosanitarios como de agua
Nos cuentan la actual situación Cristóbal Picón, productor de fresa y presidente de la Cooperativa 'Costa de Huelva', Bartolomé Fernández, gerente de cooperativas exportadoras en Lucena del Puerto, y Rafael Domínguez, gerente de la patronal Freshuelva
La fresa de Huelva llega por primera vez a Canadá. El 85% de este fruta se exporta, ahora, al otro lado del Atlántico, donde precisamente en estas semanas controla sanitariamente el producto para que su comercialización deje de ser autorización experimental y pase a definitiva.
Aún así la superficie del llamado 'oro rojo' de Huelva ha decrecido de 11.500 hectáreas a poco más de 6.000 desde los años 90.
Con 250.000 toneladas en 2020, la fresa onubense certifica un declinar sólo atribuible a aspectos ajenos al esfuerzo del sector, como la propia competencia de terceros países en la Unión Europea o los continuos recortes tanto de fitosanitarios como agua.
Y es que hay 1.200 hectáreas aún por regularizar, pese al éxito en desarrollar variedades propias, para una mejora de sabores y presentación pero sin pagar royalties a EE.UU e Israel.
Nos cuentan la actual situación que atraviesa el sector Cristóbal Picón, productor de fresa y presidente de la Cooperativa 'Costa de Huelva', Bartolomé Fernández, gerente de cooperativas exportadoras en Lucena del Puerto, y Rafael Domínguez, gerente de la patronal Freshuelva.
La caída de superficie se compensa con el incremento de arándanos, frambuesas y moras; con menores precios, reclamo en terminales e incluso competencia europea. Y es que esta semana el kilo de fresa se paga a 0,60 euro, la mitad -dicen- de sus costes de producción.
La fresa, que aún representa un 60% de frutos rojos, da trabajo a 120.000 personas, lo que computa medias de 7 a 8 trabajadores/hectárea, triple que los invernaderos almerienses.