La Fundación Abogados Cristianos pide hasta dos años de cárcel.
Hay otra causa abierta porque la mujer denunció al hombre por difundir el video.
Ocurrió en El Centenillo, una pedanía de Baños de la Encina.
El párroco está citado como testigo en el juicio.
El Juzgado de Instrucción número 2 de La Carolina (Jaén) acoge este miércoles la declaración de los dos acusados de un presunto delito de profanación. Se trata de una pareja que se grabó en vídeo con un teléfono móvil mientras mantenían relaciones sexuales en el altar mayor de la iglesia de El Centenillo, pedanía de Baños de la Encina.
La Fundación Abogados Cristianos, que ejerce la acusación popular en este caso, considera que ha quedado acreditado el delito de profanación y reclama para cada uno de los denunciados de uno a dos años de prisión o multa de 12 a 24 meses.
En este juicio también está citado como testigo el párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción de El Centenillo, donde ocurrieron los hechos.
El letrado José María Fernández, de la Fundación Abogados Cristianos, ha señalado que el delito de profanación se ha visto agravado por el vídeo que se difundió a través de una red de mensajería de móvil de las relaciones mantenidas por la pareja.
Por esta difusión en vídeo hay una causa judicial paralela tras la denuncia interpuesta por la mujer sobre el hombre por haber distribuido este vídeo.
Precisamente, el abogado de la mujer acusada ha defendido durante la declaración ante el Juzgado que el delito de profanación no puede considerarse hasta tanto se resuelva la denuncia por la difusión del vídeo.
“Es un caso que sobrepasa todos los límites inimaginables, nunca habíamos visto nada igual”, ha declarado José María Fernández, letrado de la Fundación Española de Abogados Cristianos.
Por su parte, el Obispado de Jaén mantiene abierto un proceso canónico contra la pareja denunciada por profanación del altar mayor del templo de El Centenillo. “Vivimos con tristeza y dolor profundo el agravio cometido y la consternación que estos hechos han provocado en la comunidad cristiana”, afirmaron el pasado verano desde el Obispado tras conocerse esta denuncia.