Lo ha conseguido un equipo de investigación de la Universidad de Jaén y la Fundación Andaltec
El principal componente del plástico conseguido no procede de lejanos pozos de petróleo, sino de un cercano olivo. De sus ramas, podadas y trituradas, y tras un proceso químico se obtiene la celulosa después convertida en biopástico apto, por ejemplo para envasar alimentos. Lo ha conseguido un equipo de investigación de la Universidad de Jaén.
Este plástico es una alternativa al de materiales fósiles. El siguiente paso será la producción industrial y ya hay contactos con empresas. Cada hectárea de olivar genera tonelada y media de biomasa de poda que con este proyecto tiene más claro su futuro.