Recibió un corazón sin el que su futuro estaba condenado.
Ahora expresa su agradecimiento tanto al donante como a los profesionales que la han acompañado en el proceso.
Recibir un trasplante de corazón es una experiencia transformadora y de agradecimiento. Por un lado, hacia el donante y sus familiares ya que su generosidad hacen posible una nueva oportunidad de vida. Y por otro lado, a las personas que te acompañan durante el proceso, como médicos, enfermeras, familiares y amigos, porque brindan un apoyo emocional muy importante en un momento tan desafiante y crucial. Así lo cuenta Ana Camila.