Son dos de las nueve hermandades de la capital que este Miércoles Santo tenían previsto salir, y las primeras que iban a poner sus pasos en la calle.
Los partes meteorológicos anuncian lluvias y fuertes vientos.
El Miércoles Santo ha comenzado en Sevilla con tristes escenas de lágrimas y abrazos entre los hermanos de la Sed y de San Bernardo. Las juntas de gobierno de ambas corporaciones han decidido suspender sus estaciones de penitencia hasta la catedral ante las adversas previsiones meteorológicas.
Son dos de las nueve hermandades de la capital que este Miércoles Santo tenían previsto salir, y las primeras que iban a poner sus pasos en la calle.
Ambas tenían por delante recorridos muy largos, de más de 13 horas en el caso de la hermandad del barrio de Nervión, una circunstancia que ha podido pesar a la hora de tomar la decisión de no salir.
Los partes meteorológicos dibujan un panorama muy complicado para esta jornada, con una probabilidad de lluvias que se disparan hasta el 90 por ciento entre las 22 y las tres de la madrugada, y aviso por fuertes rachas de viento.
El día queda así incompleto, como ya ocurrió el Martes Santo.