Hay que seguir las recomendaciones del plan de eficiencia aprobado por el gobierno
En España el agua caliente debe estar entre los 30 y 35 grados
Las consecuencias de la guerra de Ucrania en lo relativo a la energía obligan a Europa a prepararse para el inverno. Se trata de buscar soluciones para ahorrar. Repasamos las medidas que se van a aplicar en los distintos países.
Duchas de no más de 5 minutos o tender al aire libre en lugar de usar secadora, es lo que proponen en los Países Bajos.
En la mayor parte de territorios se opta por poner un tope a los grados en la calefacción: Empezamos tomando como ejemplo Francia, donde no podrá superar los 19 grados en los edificios públicos -Y la empresa pública de electricidad podrá apagar los calentadores de agua entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde-. Se apaga la iluminación nocturna de edificios y monumentos, también de escaparates, bajo amenaza de sanción y se pide a los conductores que no superen los 110 kilómetros por hora.
El tope de la calefacción a 19 grados es la tónica general en la mayor parte de países. En Alemania, además, en los edificios públicos deberá estar apagada en las zonas comunes -como pasillos o zonas de paso por ejemplo-. También en Alemania se apagan los monumentos y se prohíbe calentar agua en aseos y servicios públicos.
El plan para usar la calefacción en Italia es complejo: Como en el resto, no debe superar los 19 grados pero además, dependiendo de la zona en la que se resida, se podrá usar más tiempo o menos. Para ello se ha dividido el país en áreas climáticas: En las más cálidas -en tonos rojizos- no se usará la calefacción más de 5 horas. Y no habrá restricciones en las más frías del Norte -como los Alpes, por ejemplo-. En España, de momento, las medidas a aplicar son recomendaciones, pero con la advertencia de que serán obligatorias si empeora la crisis energética.
En España, al igual que en toda Europa, la electricidad se escapa minuto a minuto en los hogares. Por eso es fundamental que sigamos algunas recomendaciones en casa, siguiendo el plan de eficiencia aprobado por el Gobierno y también los consejos de los expertos. El agua caliente debe estar entre los 30 y 35 grados. La calefacción tiene que tener un mantenimiento adecuado, que puede suponer un ahorro de hasta el 15 por ciento.