Condenado a 22 años por estrangular a su pareja y tirarla entre los juncos del Guadalquivir
Un jurado declaró culpable a este hombre de 51 años, que durante el juicio dijo que había actuado borracho y por celos.
Cuando la asesinó en 2022 la pareja había reanudado la relación a pesar de que él tenía una condena anterior por agredirla.
Tras el crimen cogió la tarjeta bancaria de la víctima y durante días fue sacando dinero hasta sumar más de 8.000 euros.
La Audiencia de Sevilla ha condenado a 22 años y siete meses de cárcel a un hombre de 51 años por asesinar a su pareja y ocultar sus cadáver entre unos juncos en el río Guadalquivir a la altura de San Jerónimo.
La sentencia llega tras el juicio con jurado popular celebrado el pasado mes de septiembre contra este varón, que alegaba que cometió los hechos "borracho" y embargado por la "rabia" a cuenta de los celos, asegurando que "nunca" quiso matar a la víctima y mostrando "mucho" arrepentimiento, además de pedir "perdón" a la familia de la víctima.
En concreto, el jurado popular declaró probado que el encausado había sido condenado en agosto de 2020 a 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a la víctima por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, cuyo cumplimiento finalizó el 23 de diciembre de 2021.
A partir de ahí, declaró también probado que desde febrero de 2022, el acusado y la víctima convivían junto con otras personas después de haber reanudado la relación sentimental. El 24 de abril de ese mismo año la pareja mantuvo una fuerte discusión y que posteriormente el hombre la estranguló mientras dormía.
El jurado también consideró probado que, después de causar la muerte de su pareja, el condenado cogió la tarjeta bancaria de la víctima y durante los días posteriores al crimen fue sacando de diferentes cajeros cantidades de dinero hasta superar los 8.000 euros.
Por todos estos hechos, el tribunal le condena por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género, a 20 años de prisión y diez años de libertad vigilada postpenitenciaria. También le condena a diez meses más de cárcel por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia familiar con la atenuante de embriaguez y la agravante de reincidencia.
