Si los Juegos Olímpicos tuvieron la lesión de Carolina Marín como imagen icónica, los Paralímpicos la han tenido en la atleta invidente Elena Congost que en su gesto de ayudar a su guía a dos metros de la meta le han privado de colgarse una medalla.
Los Juegos Paralímpicos han finalizado con 40 medallas para la delegación española, superando lo conseguido en Tokio.
Han podido ser 41 porque la atleta invidente Elena Congost ha terminado tercera en maratón. Lo ha logrado a pesar del desfallecimiento de su guía, al que Elena ha tenido que ayudar en los últimos metros. En esa ayuda a poco más de un metro de la línea de meta, ha soltado un segundo la cuerda que les une. Y eso le ha supuesto la dolorosa descalificación y perder la medalla de bronce.