Sarr, la víctima de los insultos racistas en Sestao, pide perdón por su reacción
El mundo al revés. El portero del Rayo Majadahonda, a pesar de ser la víctima, se sentó en una rueda de prensa para disculparse por saltar a la grada y tomarse la justicia por su mano.
Ha hablado el portero del Rayo Majadahonda Cheick Sarr tras el incidente en la visita al Sestao en partido de Primera Federación de este pasado fin de semana. El guardameta saltó a la grada para agredir a quien le profirió insultos racistas, y fue expulsado, ante lo que su equipo decidió retirarse del encuentro.
Sarr tiene 24 años, y nunca ha estado en la élite del fútbol. Pero es el gran protagonista, a su pesar, porque fue él la víctima de intolerables insultos racistas que pueden acabar en sanción para él y para su equipo. Sarr, que llegó desde Senegal en 2018, tuvo un paso breve pero fundamental en su vida por Granada.
Fue en la temporada 21-22 cuando jugó en el Recreativo de Granada, filial del principal equipo granadinista. Allí encontró el amor y allí nació su hija. Ahora es el protagonista del disparate en el que ha entrado el futbol español. Insultado gravemente por el color de su piel en el campo del Sestao ha tenido que sentarse ante los medios para pedir perdón y justificar su reacción: "No podía aguantar más".
El portero todavía no ha entrenado y esta asistido por una psicóloga en todo momento. Cree que fue un error ir a la grada pero ha agradecido el apoyo de los compañeros y hay una denuncia para que sean los racistas los avergonzados y no sean las víctimas quienes pidan perdón.
DOS PARTIDOS PARA SARR
El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sancionó este miércoles al guardameta del Rayo Majadahonda Cheikh Sarr con dos partidos de sus pensión por "conducta contraria al buen orden deportivo" en el suelo ante el Sestao River, aunque el mismo órgano también acreditó conducta discriminatoria racial por parte de la afición local, por lo que impone el cierre total de Las Llanas durante los próximos dos partidos.
"Dos partidos de suspensión por conducta contraria al buen orden deportivo, con multa accesoria en cuantía de 90 euros al club y de 600 euros al infractor", indicó Competición en su resolución, en la que además confirmó el cierre del estadio del Sestao y computó el encuentro por perdido al Rayo Majadahonda por 3-0, descontándole, además, tres puntos en su clasificación.
