Preocupa la guerra comercial con China y el futuro de Ucrania.
El sector agrícola andaluz teme que Bruselas lo use como moneda de cambio ante otras negociaciones con la nueva administración Trump.
La vuelta a la Casa Blanca del expresidente Donald Trump pilla a la mayoría de los gobiernos europeos con el pie cambiado. A excepción de primer ministro húngaro, Viktor Orbán, quien nunca ha ocultado su afinidad con Trump, el resto de líderes temía el triunfo del republicano, aunque hoy todo sean felicitaciones.
El triunfo de Trump protagonizará la Cumbre Europea que comienza este jueves en Budapest, donde se abordará la victoria del republicano y sus consecuencias, con la guerra de Ucrania de fondo.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, espera que el nuevo gobierno de Washington mantenga su apoyo económico y militar, aunque Trump no se ha mostrado muy dispuesto durante su campaña electoral.
La política arancelaria de la nueva administración estadounidense es la otra gran preocupación. La industria del automóvil europea se teme lo peor, al igual que el sector del aceite de oliva.
El sector agrícola andaluz teme que Europa lo use como moneda de cambio ante otras negociaciones, según explica Rafael Navas Ferrer, de ASAJA Córdoba.
La guerra comercial con China es hoy otro dolor de cabeza para los líderes internacionales. Imponerse al gigante asiático es una prioridad para Trump, una guerra que afectará a nuestros bolsillos.