Durante 8 días, repartidos entre noviembre y diciembre, como medida de presión para que se eleve la comisión que reciben por cada bombona.
En España se reparten 150.000 bombonas de butano al día.
Los distribuidores de butano han decidido suspender en días puntuales el reparto a domicilio en toda España a partir del próximo 5 de noviembre, como medida de presión para que se eleve la comisión que reciben por cada bombona repartida, entre otras reivindicaciones.
Así lo ha anunciado la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (FEDGLP), que ha aprobado esta medida por unanimidad.
La suspensión temporal del servicio del reparto domiciliario que seguirán las agencias tendrá lugar los días 5, 13, 21 y 29 de noviembre, así como los días 5, 11, 17 y 23 de diciembre. En España se reparten 150.000 bombonas de butano al día.
La idea es mantener estos paros hasta que se cumplan las reivindicaciones del sector, que incluyen la modificación y actualización de la Orden IET/389/2015 por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y una actualización "justa y adecuada" de la comisión por bombona repartida por parte de los operadores.
Durante el periodo de suspensión, las agencias de distribución no realizarán entregas domiciliarias a particulares ni a empresas, aunque seguirán garantizando el suministro a los puntos de venta. Según sus datos, regularmente abastecen a seis millones de hogares.
Esta suspensión tampoco afectará a usuarios en situación de vulnerabilidad social, centros educativos, sanitarios, de atención social, residencias de mayores, ni a instituciones sin ánimo de lucro.
Al respecto, insiste en que las agencias no buscan perjudicar al consumidor, sino lograr que las comisiones por botella que perciben se actualicen y distribuyan de manera "justa" y ayuden a revertir el "continuo deterioro" de la actividad e impulsar su modernización de forma acorde con los objetivos de Desarrollo Sostenible y el reto de la Digitalización.
Según defienden, la comisión que cobran por el reparto a domicilio no se ha ido actualizando a medida que se ha ido encareciendo el carburante y han ido aumentando los costes laborales y las exigencias medioambientales, por lo que les resulta imposible "seguir operando sin sufrir pérdidas.