El país va a pedir ayuda a Naciones Unidas para socorrer a los damnificados, que dependen de la ayuda para sobrevivir.
Según datos del gobierno, unas 50.000 viviendas han quedado inutilizadas.
Una semana después del terremoto que azotó el sur de Marruecos, los esfuerzos se centran en atender a los heridos en el seísmo y en el envío de ayuda humanitaria para los supervivientes.
Este viernes, a lo largo del país miles de personas han acudido a rezar por las víctimas. Muchos lo han hecho al aire libre, porque las mezquitas están destruidas o dañadas, o por miedo a nuevas réplicas.
Muchos damnificados han tenido que dejar sus pueblos, donde no les queda nada. Temen además que la ayuda no llegue nunca a las localidades más remotas. Ahora dependen de la ayuda de su propio país o de la que llegue del extranjero.
Marruecos está empezando la construcción de campamentos de refugiados para los desplazados. Según datos del gobierno, unas 50.000 viviendas han quedado inutilizadas.
En Marrakech, las asistencias médicas portátiles atienden a los heridos a un ritmo de unos 400 pacientes al día.
Marruecos va a pedir a Naciones Unidas ayuda para la atención a los heridos y damnificados.