Amigos para siempre

Somos conscientes del dolor de la pérdida con las personas que creíamos imprescindibles y se acaban marchando sin motivo aparente. Por otro lado están las que conoces desde siempre con quien no sales de unos pocos temas en común y luego llegan otras a quienes acabamos prácticamente de conocer y se vuelven inseparables de nosotros.

Ninguno nos libramos de las grandes paradojas de la vida. Pensábamos que las rupturas de pareja, son dramáticas, pero a veces perder una amistad puede llegar a ser más doloroso. Ya que no deja de ser un vínculo estrecho, y sin pretenderlo puede llegar a romperse en algún momento de la vida.

Incluso por tu parte, en algún momento puedes sentir que ya no quieres pasar tanto tiempo con una determinada persona que antes fue importante para ti y ya, te percatas de que no te aporta nada; o que vuestra relación sólo se basa en recuerdos y ya no tiene u0n recorrido por delante.

Luego están las amistades que para ti son tóxicas y aún así te cuesta cortar el vínculo. Es una decisión de lo más difícil. Hay casos en que las amistades se rompen cuando una de las dos personas se enfoca en una carrera, un proyecto o una relación estable con otra persona. Empiezas a notar que tú o tu amigo ya no ponéis la misma energía en vuestros encuentros y que ya no os entendéis tan bien.

En el momento en que ya no sientes tanta confianza o apoyo por parte del otro, si la amistad no tiene una base sólida, comienza a tambalearse. Como decía el filósofo Zygmunt Bauman vivimos en una sociedad líquida en la que muchas veces no se dan las despedidas, si apreciaste y valoraste mucho a esa persona en su momento es posible que tengas que poner las cartas sobre la mesa y ser sincero y comunicarte.

No quieres seguir siendo su amigo, es muy doloroso perder a un amigo, especialmente cuando quisieras conservar los que tienes toda la vida…