¿Por qué en Semana Santa se comen tantos dulces?
La geografía española es especialmente generosa en cuanto a la oferta gastronómica (sobre todo en repostería) se refiere. Desde el norte al sur del país son numerosas las auténticas obras de arte gastronómicas que podemos disfrutar en esas fechas tan señaladas para la comunidad cristiana, y tan tradicionalmente imbricadas en nuestro acervo cultural. Pero el consumo masivo de dulces no era algo específico y exclusivo de la Semana Santa, sino de la Cuaresma en el que siglos atrás era de obligado cumplimiento realizar durante el mismo los actos de sacrificio y penitencia basados en el ayuno y la abstinencia. Durante esos días sólo estaba permitido ingerir una sola comida al día, pero sí era posible ingerir algunas porciones de alimentos que estuvieran elaborados con huevos, leche, harina o miel, y tenía su explicación en la necesidad de que, cumpliendo con el precepto, los trabajadores empleados en las tareas más duras pudieran tener un aporte energético básico. De aquella necesidad se ha llegado a la actual tradición.
