La erupción del Vesubio dejó víctimas petrificadas en lava. La ciencia trató de reconstruir sus historias estudiándolas. No obstante, las nuevas técnicas de ADN antiguo desmienten algunas de esas interpretaciones tradicionales, precisando correctamente el género y deshaciendo supuestas familias. En la Casa de brazalete de oro, los restos de una persona adulta, que llevaba una pulsera y un niño apoyado en la cadera, se interpretaron como madre e hijo. Sin embargo, el análisis genético determinó que se trataba de un varón y un niño no emparentados.