Hemos entrevistado en Despierta Andalucía a la escritora Rosa Montero sobre su libro, "El peligro de estar cuerda", en el que reflexiona sobre los conceptos de la locura y la cordura y la noción que tenemos de la realidad.
Hemos entrevistado en Despierta Andalucía a la escritora Rosa Montero con motivo de la publicación de su último libro, "El peligro de estar cuerda", en el que reflexiona sobre los conceptos de la locura y la cordura y la noción que tenemos de la realidad.
Montero dice que "es un libro raro. Es una mezcla de autobiografía pero que no es autobiografía, es biografía de otros autores y de otros artistas, pero tampoco, de ensayo, pero tampoco, y de ficción".
"Es un artefacto sobre la creación y la locura, porque desde siempre, ya Aristóteles decía que era extraño que la gente más creativa tuviera un exceso de bilis negra, que entonces se creía que la locura era un exceso de bilis negra. Siempre han estado unidas la creación y la locura, la extravagancia, lo estrafalario, y yo me paso el libro intentando entenderlo".
La autora señala que "siento que es como el libro de mi vida, porque desde que era pequeña... la primera frase dice: siempre he sabido que había algo que no funcionaba bien dentro de mi cabeza. Entonces, siempre he tenido esa sensación de ser un poco paralela, que se incrementó cuando a los 16 años tuve mis primeros ataques de pánico".
"Entonces ya la pregunta de qué es lo que me pasa era urgente -añade-, porque sientes que estás loca y necesitas entenderlo y luego eso ha estado unido con otra pregunta necesaria, porque desde muy pequeña, los novelistas hemos empezado a escribir de niños. Yo escribía mis primeros cuentos con cinco años. Y desde muy pequeña he hecho esta cosa absurda de encerrarte las mejoras horas de tus días en una esquina de tu casa a inventar mentiras, que es algo estrafalario".
Y comenta que la pregunta es "¿Por qué hacemos esto los que hacemos esto? Y ¿por qué tenemos la cabeza llena de fantasías? Así que son dos preguntas que me han perseguido toda la vida, qué es la cordura, qué es la locura y por qué hacemos esta cosa tan absurda de inventar mentiras, y alucinantemente, con lo mayor que soy, con este libro me las he conseguido contestar".
"No hablo solo de la gente que llega a escribir un libro o que llega a componer, una de mis teorías es que somos un 15% de la población mínimo que tenemos esa cabeza que está cableada de una manera un poco distinta y lo voy contando, porque hablo también de neurología y esas cosas, y entre esa gente yo creo que están por ejemplo todos los lectores furiosos, los lectores apasionados, que quizás seáis vosotros también. Yo antes que escritora soy lectora apasionada".
Y para ella la respuesta es que "porque somos gente a la que nos cuesta creer en la realidad, en la convención de la realidad. La realidad es una alucinación, literalmente. Vosotros sabéis por ejemplo que en el centro de cada ojo hay un punto ciego. Allí donde el nervio óptico se inserta en la retina, el ojo no ve. Hay dos puntos ciegos en el centro de cada ojo. Pero no son dos puntitos como una cabeza de alfiler, son dos puntos grandes. Y no lo advertimos porque el cerebro inventa lo que no ve".
"Yo tengo la teoría de que hay una serie de personas que nos es más difícil creernos ese espejismo de lo real. Tenemos como la visión periférica del agujero de la vida. Tenemos que rellenarlo con un puente de palabras".
También incide el libro en que "el tema de la locura se ha utilizado para denostar a la mujer y ha habido casos en los que ha habido internamientos cuando la mujer no era dueña de su propio destino, no tenía derechos. Entonces, los internamientos en el siglo XIX, la segunda parte del siglo fue atroz para la mujer".
"Y no solo eso, en el libro lo cuento los electrochoques empezaron a aplicarse en los años 30. Y al principio se hacían sin anestesia y sin relajantes musculares. Y era tal atrocidad que a la gente se le llegaban a romper las vértebras".
Y a modo de conclusión dice que "los que terminamos una obra somos gente que no hemos terminado de madurar, esto lo dicen los neurólogos".