Pablo Aguado es nuestro Orobroy aun sin cortar trofeos en Linares
La icónica pieza del pianista gitano David Dorantes suena esta semana en honor del diestro sevillano, que cuajó una de las mejores faenas de su temporada, a pesar de que erró con el acero.
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La crítica y los entendidos se deshacen en halagos ante la faena al tercero de la tarde, realizada por Pablo Aguado en la feria de Linares (Jaén). En las imágenes se puede apreciar la fluidez y naturalidad con que torea el maestro. Pareciera que no hay técnica, que el toro persiguiera la muleta por iniciativa propia. Una faena marcada por la suavidad del muletazo, el temple, la ausencia de cualquier histrionismo, sin toques bruscos. En definitiva, la pasmosa facilidad, que es lo más difícil del toreo.
Con la faena al astado de La Palmosilla, el torero saludó una ovación, que hubiera sido mucho más premiada si no hubiera dallado con el estoque a la hora de matar.