Los Tajos de Mogarejo, un monumento natural con escarpes de más de 30 metros de altura
Visitamos el paraje Tajos de Mogarejo, en el término sevillano de Montellano. Un enclave de gran interés geomorfológico, botánico y paisajístico, con extraordinarios escarpes de más de 30 metros de altura.
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En el extenso catálogo de espacios naturales protegidos en Andalucía, hay un grupo de enclaves de pequeño tamaño que suelen pasar desapercibidos, pero que reúnen características únicas. Son los monumentos naturales y hoy nos acercamos a uno de ellos, el de los Tajos de Mogarejo, en la Sierra Sur de Sevilla.
Este paraje, en el municipio de Montellano, atesora valores paisajísticos y geomorfológicos singulares. Este desfiladero, con bosque de galería, llama la atención porque se encuentra rodeado por la campiña sevillana, donde predomina su tierra calma y olivares. El cauce del arroyo Salado, afluente del río Guadaíra, ha hecho posible este paisaje peculiar.
El Salado discurre por una zona de rocas. Sus sales han originado el apelativo que da nombre al arroyo. El paso del tiempo ha ido desgranando estos materiales ofreciendo curiosas e impresionantes oquedades.
A derecha e izquierda hay unos escarpes, que alcanzan en algunos casos los 30 metros y que fueron explotados hasta bien entrado el siglo XIX como cantera de materiales de construcción, destacando su uso en la Catedral de Sevilla.
Los Tajos de Mogarejo tienen, además, un rico patrimonio cultural asociado. Muy cerca del antiguo molino se sitúa el puente de la Vera Cruz, una obra del siglo XVII construido sobre cimientos romanos. Molino y puente se encuentran rodeados por una variada vegetación.
Además de los Tajos de Mogarejo, Montellano cuenta con otros atractivos culturales y paisajísticos. ¡No te pierdas el reportaje!