Un experimento de medición de CO2 realizado por un profesor de instituto de Benalmádena demuestra la importancia de ventilar cualquier espacio cerrado
No da algunos consejos como mantener las ventanas abiertas unos cuatro dedos
La ventilación disminuye la concentración de aerosoles en el ambiente, es decir, las pequeñas gotas que se exhalan cuando hablamos, tosemos, estornudamos o, simplemente, respiramos.
Este experimento consiste en medir el nivel de CO2 en el ambiente. Cuando los valores se superan, el riesgo de contagio se multiplica. Nos lo cuenta Javier Pérez Soriano, profesor del IES 'Poetas andaluces' de la localidad malagueña de Benalmádena y técnico en Prevención de riesgos laborales.
Las mascarillas no filtran del todo los aerosoles, que salen al ambiente. La mejor manera es ventilar con frecuencia e incluso mantener las ventanas abiertas unos cuatro dedos. Intentar pasar el menor tiempo posible en espacios cerrados y utilizar medidores de CO2 y filtros HEPA.
Así que este invierno, más vale no quitarse el abrigo en clase o ir bien abrigado por capas, para prevenir contagios, porque algo tan simple como abrir las ventanas para ventilar, puede salvarnos la vida.