La Estación Experimental de Zonas Áridas es uno de los centros implicados en el proyecto CIROCCO, centrado en determinar los daños que provoca la creciente llegada de polvo sahariano a la atmósfera europea, entre ellos la salinización del agua.
Los eventos de calima son cada vez más habituales y los modelos de cambio climático prevén que vayan en aumento. Uno de los efectos, que hasta ahora no se conocía, es que este polvo procedente del Sáhara saliniza el agua.
Saber hasta qué grado es el objetivo del proyecto de investigación europeo CIROCCO. En él participa la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería (EEZA-CSIC). En esta provincia se pondrán dos puntos de control para medir esos efectos de polvo sahariano en suspensión.
Andalucía es una de las comunidades más afectadas en los últimos años por lo que se conoce como calima, esa llegada de polvo del Sáhara. Eventos que van en aumento debido al cambio climático. Almería fue la provincia que sufrió la calima más intensa desde que hay registros. Fue la que se registró en marzo de 2022.
La Estación Experimental de Zonas Áridas participa en el proyecto de investigación impulsado por la Unión Europea. Hay preocupación, pues estos eventos ya llega también a países de Centroeuropa. El polvo sahariano es perjudicial para la salud, pero también para los suelos y el agua, según explica el investigador del EEZA-CSIC Francisco Javier Alcalá.
Se van a instalar varias estaciones para obtener los datos de las cantidad de polvo que llega y sus composición en Chipre, Egipto, Serbia y España. Almería ha sido la zona elegida en nuestro país. Los medidores se colocarán en la zona de Cabo de Gata y en la Sierra de Gádor, lugares donde hay dos importantes acuíferos.