Cuatro empleadas, apoyadas por el sindicato de Contratas Públicas, acusan al Instituto Nacional de la Seguridad Social de obligarlas a ir a trabajar a pesar de tener graves lesiones, que en ocasiones requieren hasta morfina o el uso de un andador
El Sindicato de Contratas Públicas y cuatro mujeres afectadas, empleadas como auxiliares de asistencia a domicilio, han dado a conocer la difícil situación por la que traviesa un número considerable de este colectivo de trabajadoras. Denuncian el trato que reciben y la situación en la que les pone el Instituto Nacional de la seguridad Social.
Estas cuatro mujeres, a pesar de tener graves lesiones que les han provocado dolores físicos y trastornos de salud mental, se ven obligadas en algunos caso a ir a trabajar tras haberse administrado morfina y haciendo uso de un andador.
Reclaman un cambio radical y profundo en la Administración que piense en las personas y sus situaciones y no en el ahorro que supone retirar una invalidez o denegar una baja.