La investigación estrecha el cerco a los narcos que asesinaron a los dos guardias en Barbate

La Guardia Civil concluye que la narcolancha encontrada en la costa de Huelva el pasado mes de marzo es la que se usó para embestir a la embarcación de la Benemérita en aguas de Barbate en la que murieron dos agentes. La investigación se centra en más de 60 pruebas que podrían delatar a los autores, 4 ciudadanos marroquies con Karim como piloto de la embarcación. Se acaban de cumplir 6 meses del asesinato de los Guardias.

Pasta de dientes, zapatos, botellas de agua, un pasamontañas o hasta un inhalador ventolín. En la inspección técnico ocular, los especialistas de la guardia civil han encontrado 61 vestigios, desde arañazos en el casco o en las hélices a restos de los que es posible extraer ADN, como los ya descritos. También creen que camuflaron la embarcación retirando la cinta que cubría la antena, un rasgo identificativo que no casaba bien con las primeras detenciones.

A lo largo de 281 páginas el servicio de criminalística de la Guardia Civil examina cada detalle de una narcolancha interceptada el diecisiete de marzo en la playa de La Antilla, en Huelva. Una neumática semirrígida de cuatro motores y siete mil kilos de peso que presenta daños compatibles con los impactos de la noche del nueve de febrero.

Las sospechas recaen en Abdellah El Merabet, alias Pus Pus, supuestamente su dueño y capo del narco con presencia en la Costa del Sol y hasta yate en Puerto Banús, tío además de Karim, principal sospechoso de pilotar la embarcación que asesinó a los dos agentes en Barbate tras descartar al primer grupo acusado, con Kiko el Cabra al frente.

Las pruebas del ADN deberían despejar dudas aunque la dificultad radica en detenerlos porque se los sitúa en Marruecos. El juzgado Número uno de Barbate continúa con la investigación aunque los investigadores están convencidos de que esta es la embarcación que buscaban.