Elaborados por mujeres supervivientes de maltrato y violencia, que se preparan laboralmente para retomar su vida y la de sus hijos.
Almendra, cacahuete, pistacho, azahar, miel... palabras hermosas que suenan a buenos momentos; productos que, bien mezclados, se convierten en dulces deliciosos. Son los pasteles típicos de la gastronomía marroquí que elaboran mujeres migrantes supervivientes de maltrato y de otros tipos de violencia.
En la casa de acogida donde se recuperan, la que mantiene en la provincia de Cádiz la Asociación Peniel de Rehabilitación y Formación Social, Aperfosa, se forman para salir adelante y han montado un obrador. Es una manera de reciclarse y de prepararse laboralmente para su futuro y el de su familia.
En esta casa de acogida reciben atención psicológica, terapia ocupacional y formación para valerse por sí mismas, como explica su coordinadora, Fina Benítez.
Por ahora, estos pasteles se pueden adquirir por venta directa. Buscan también cafeterías que quieran ofrecerlos a sus clientes. Y aumentar así la tirada semanal, un centenar de delicias para el paladar que, además, dan alas de libertad a estas mujeres.
Los pedidos pueden hacerse en el teléfono 622 72 40 48.