Chaves y Griñán, de servidores públicos a una vida truncada por la condena
La sentencia del Constitucional pone fin a la causa judicial más trascendente de la vida política andaluza, que truncó dos gobiernos socialistas.
Esta sentencia del Constitucional, pidiendo a la Audiencia que dicte un nuevo fallo, supone un giro para el expresidente andaluz Manuel Chaves.
Manuel Chaves, 79 años. El presidente de Andalucía que más tiempo ha estado: 19 años. Vio cambiar el siglo siendo presidente. Y antes y después, fue ministro con Felipe González y con Zapatero, y también vicepresidente, además de presidente del PSOE Nacional y líder del PSOE andaluz.
El caso de los ERE le obligó a dejar su carrera política. Tras trece años en los que ha reivindicado su honradez, el Constitucional le acaba de dar la razón en parte.
Pero antes, vinieron las acusaciones de la jueza Mercedes Alaya y las condenas de la Audiencia de Sevilla y del Supremo. 9 años de inhabilitación, por prevaricación. Y las sentencias confirmaban que Chaves no se había llevado dinero a sus bolsillos.
Alaya concluyó que el sistema que la Junta creó para "dar ayudas a empresas en crisis y mantener la paz social" era un complot, “un plan ideado ex profeso para delinquir y dar las ayudas evitando los controles”.
La Audiencia y el Supremo sentenciaron que el sistema era ilegal. Los acusados insistían en que este sistema de ayudas estaba amparado en una ley, la de Ley de presupuestos, que cada año, aprobaban todos los grupos políticos del Parlamento.
En estos años, Chaves ha estado muy apartado de la vida social. Tiene dos hijos y nietos.
GRIÑÁN
José Antonio Griñán, 78 años. Pepe Griñán. Lo ha sido todo en política. Andaluza y nacional. Ministro con Felipe González, diputado, senador... presidente del PSOE nacional y secretario del andaluz… Y presidente de la Junta de Andalucía durante cinco años, investido dos veces.
El caso de los ERE lo empañó todo. Lo cuenta en su libro "Cuando ya nada se espera". Griñán fue culpado por la jueza Alaya, y luego, condenado por la Audiencia de Sevilla y por el Supremo. Las sentencias confirman que NO SE HA LLEVADO dinero a sus bolsillos. Él siempre ha reivindicado su honradez.
Ahora, trece años después, el Tribunal Constitucional le ha dado la razón en lo fundamental. El sistema que la Junta utilizó para dar ayudas a empresas en crisis no era ilegal, como sentenciaron los dos tribunales. Y no hubo un plan para delinquir, como concluyó la jueza Alaya. Eso sí, hubo casos concretos en los que se usó el dinero para otros fines, se malversó. Algo que Griñán reconoció desde el principio, cuando hablo, a su salida del Supremo de que "no hubo un gran plan pero sí un gran fraude".
Fue condenado. Quince años de inhabilitación y 6 de cárcel. No ha entrado en prisión por el grave cáncer que padece.
Han sido trece años que han puesto en jaque la política andaluza. Desde que Alaya, en sus primeros autos empezó a hablar de la "cúspide de la pirámide". Es la causa judicial más trascendente de la historia de la democracia en nuestra comunidad.
Y ha truncado la carrera política de dos gobiernos socialistas de la Junta. El caso de los ERE también ha truncado su vida personal. Tiene tres hijos y nietos.
