La Estación Biológica ha presentado un informe sobre la biodiversidad en el espacio protegido que alerta sobre las consecuencias de las altas temperaturas y la falta de precipitaciones en las lagunas y marismas y en las poblaciones de fauna y flora.
El año 2023 fue un "muy seco y cálido" para Doñana, con la mayor temperatura media anual registrada en la serie histórica. Además, la "escasa inundación" en marismas y lagunas, llegando a secarse las lagunas permanentes, ha traído consigo un bajo número de aves acuáticas invernantes y ha provocado que "el declive de las poblaciones de aves acuáticas reproductoras y de otras especies animales, especialmente de anfibios y peces, continúe".
Son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por la Estación Biológica de Doñana-CSIC que se ha presentado este jueves en Sevilla.
Según han explicado los responsables del informe, entre ellos el presidente de la Estación Biológica de Doñana, Eloy Revilla, el último ciclo hidrometeorológico, que va desde septiembre de 2022 hasta agosto de 2023, se ha caracterizado por ser muy seco y cálido, ya que Doñana lleva una década con niveles de precipitación por debajo de la media y especialmente en los últimos dos años.
Y en cuanto a la temperatura, se han batido el récord de máximas de la serie histórica y se ha registrado la mayor temperatura media anual. El último verano fue muy largo y caluroso con 14 días con temperaturas superiores a los 40 grados.
Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones han tenido, según el informe, un gran efecto sobre el sistema de lagunas de Doñana, que ya se encontraban deterioradas por la sobreexplotación del acuífero.
La laguna de Santa Olalla, la más grande de Doñana, volvió a secarse por completo a finales de agosto de 2023. Desde que se tienen registros, esta laguna "nunca antes se había secado dos veranos seguidos, ni siquiera durante los periodos de sequía extrema de los años 90 ni de principios de los 2000", explican los responsables del informe.
"Históricamente, Santa Olalla era una laguna de carácter permanente, es decir, mantenía agua durante todo el año y servía de refugio para muchas especies durante las estaciones más cálidas y secas. Sin embargo, el hecho de que se haya secado por segundo año consecutivo es indicativo de que ya no quedan lagunas permanentes en Doñana", añaden.
Las otras dos lagunas más grandes de Doñana, la del Sopetón y la Dulce, también secaron a primeros de julio y a primeros de agosto, respectivamente.
El estudio presentado este jueves también refleja el censo de aves acuáticas del parque. Durante 2023, el número de individuos censados en fue de 206.859, la décima peor cifra para esas fechas de toda la serie histórica, que abarca 60 años.
Sin embargo, durante la presentación también se han avanzado datos preliminares que estiman que el censo de aves será de 120.649 invernantes de 97 especies. De confirmarse este dato sería el mínimo histórico registrado en Doñana, porque sólo supone el 42% de las aves que se contaron en enero de 2023 y sólo el 18% del máximo histórico que se alcanzó en enero de 2017.
Los mamíferos también cuentan con actuaciones de seguimiento específicas reflejadas en este estudio. Así, el conejo sigue presentando unas abundancias "muy bajas" y la liebre ha presentado una "leve disminución", mientras que el ciervo registra una tendencia creciente y el jabalí se mantiene estable.
En conclusión, los expertos que han elaborado el informe aseguran que 2023 ha sido “un mal año” para todos los carnívoros en Doñana. El zorro sigue siendo el carnívoro "más abundante", y le siguen el tejón y el meloncillo. Las abundancias relativas de la gineta y el lince oscilan, mientras que los gatos monteses y las nutrias son las especies menos abundantes.
En cuanto a anfibios y peces, estos siguen presentando tendencias "negativas". En el caso de los peces, hay tres especies autóctonas cuya distribución en el Espacio Natural de Doñana es "muy restringida": la anguila que está en peligro de extinción y que "no ha aparecido en ningún punto muestreado"; el salinete, endemismo ibérico en peligro de extinción, tampoco ha podido ser localizado; y la colmilleja, calificada como 'vulnerable', solo ha aparecido en la Laguna de los Mimbrales.
La situación de los anfibios también es preocupante. Casi todas las poblaciones de especies de anfibios presentes en Doñana continúan con una tendencia negativa. Además, 2023 ha sido un año con uno de los números de mariposas más bajos por censo. Las bajas precipitaciones y las elevadas temperaturas posiblemente han afectado negativamente a este grupo.
Ante estos resultados, el director de la Estación Biológica ha concluido que para muchas de las especies y sistemas de los que hay datos "es el peor año", toda vez que ha señalado que se están observando "cambios a nivel de ecosistemas, comunidades, poblaciones y riqueza de especies muy importantes, muy intensos".
"El significado de esos cambios solamente se podrán hacer a medio plazo, a posteriori. La modificación ambiental causada por la temperatura, la disminución de agua y la actividad humana en la comarca es profunda y desde un punto de vista científico desde luego muy interesante. Es pronto para analizar las implicaciones, pero las va a haber", ha comentado Revilla.