Unas 300 personas venidas de 60 países participan en el encuentro, que es la primera vez que se celebra en España.
El medio ambiente y el compromiso social son los pilares del movimiento.
Hasta el próximo fin de semana, Granada se convierte en el centro de referencia de los boy scouts de más de 60 países de los cinco continentes, que celebran la Trigésima Conferencia Mundial de Scouts y Guías Adultos.
Es la primera vez que viene a España desde que nació el movimiento scout, hace 70 años. La Conferencia Internacional debatirá los objetivos de la organización, que cuenta con más de 70.000 miembros, para los próximos tres años.
El medio ambiente y el compromiso social son los pilares del movimiento de los Boy Scouts, como explica Ramón Girao, responsable de voluntariado.
Los scouts llegados hasta Granada, unos 300, comenzaron su vida de exploradores siguiendo las enseñanzas de Robert Baden-Powel, el fundador del escultismo, cuando tenían apenas 10 años. Empezaron como castores, luego fueron lobatos, y así hasta llegar a scouters, como se consideran de por vida. Todos aseguran que de no haber pertenecido a los scouts tendrían otra personalidad.