Las ganaderías del toro bravo, al borde de la extinción
En el sector del toro bravo no ha habido ERTES, pues aunque los toros no se vendan y los ganaderos no facturen, están obligados a mantener a su ganado y a contar con el personal necesario para su explotación.
Las pérdidas en 2020 del sector andaluz del ganado bravo superaron los 31 millones de euros. Esta situación ha llevado a que el 20 por ciento de las ganaderías de la comunidad hayan quebrado y se hayan visto obligadas a sacrificar a toda la cabaña.
De no ser por la pandemia, la temporada taurina comenzaría este mes de marzo. Por segundo año consecutivo no habrá corridas de toros ni ningún festejo con estos animales.
Los ganaderos del toro bravo denuncian que el sector está al borde de la extinción. Llevan un año soportando deudas que se han multiplicado, sin tener ingresos. La situación, dicen, es insostenible. Piden ayudas directas para sobrevivir.
En el sector del toro bravo no ha habido ERTES, pues aunque los toros no se vendan y los ganaderos no facturen, están obligados a mantener a su ganado y a contar con el personal necesario para su explotación.
Las pérdidas en 2020 del sector andaluz del ganado bravo superaron los 31 millones de euros. Esta situación ha llevado a que el 20 por ciento de las ganaderías de la comunidad hayan quebrado y se hayan visto obligadas a sacrificar a toda la cabaña. Los ganaderos han lanzado hoy un SOS.
La crisis, dicen, es de tal calibre que todas las asociaciones de ganaderos en Andalucía se han unido en una plataforma con el apoyo de ASAJA, para pedir ayuda que evite el sacrificio de animales. De seguir así creen que podría perderse el toro bravo de lidia.
