MÁLAGA
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Consternación y luto en Torremolinos por el asesinato de Paula a manos de su expareja

Vecinos del municipio malagueño han participado en el minuto de silencio convocado a las puertas del Ayuntamiento. El autor del crimen permanece en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial. La mujer, de 28 años, tenía tres hijos. 

CANAL SUR MEDIA 18 mayo 2023

Consternación y repulsa en Torremolinos, Málaga, por el asesinato de Paula, de 28 años, a manos de su expareja con la que tenía un hijo. Vecinos de esta localidad se han sumado a la concentración y minuto de silencio convocado por el Ayuntamiento para repudiar este último asesinato machista, y para mostrar su respeto y cariño a la víctima. Además, se ha decretado un día de luto en el que las banderas ondean a media asta

El presunto agresor, de 45 años, fue detenido en la tarde de este miércoles. Horas antes se había dado a la fuga tras matar a su expareja. La víctima constaba en el sistema Viogén por otra relación anterior. El detenido tiene antecedentes en este sistema de alerta por dos parejas anteriores. Fueron los vecinos los que alertaron a los servicios de emergencia al escuchar gritos procedentes de la vivienda. Cuando llegaron los servicios sanitarios sólo pudieron certificar la muerte de Paula. 

Amigos de Paula han contado a Andalucía Directo que no quiso denunciarlo "porque le daba pena"

Poco antes de las doce comenzaron a escucharse gritos de auxilio en la casa de Paula. Dos trabajadores de un bar cercano subieron corriendo a golpear la puerta pero la pareja de la chica les insistía en que todo estaba bien, aunque no lograron que Paula respondiese. La policía comprobaría poco después que ya estaba muerta.

"Paula había comentado lo que le pasaba pero le daba pena denunciarlo porque que era padre sus hijos. Alguna vez la animamos a que lo hiciera pero no quería", cuenta uno de estos trabajadores. Igual dice Vicky, una amiga suya que aún no se lo cree. "La semana pasada faltó a trabajar: le había pegado y le dije de ir a denunciarlo. Que lo hacía ella o lo hacía yo y me dijo que no había sido una paliza, solo cuatro puñetazos y una patada". Insiste en que no quería denunciar porque conllevaría que no viera al niño que, dicen, tenían en común. "Tenía mucha dependencia de él por el tema del niño. 

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