La riada histórica de 1989 arrasó la ciudad y acabó con la vida de seis personas.
En dos horas cayeron 150 litros por metros cuadrados en la ciudad, y 200 litros en el Valle del Guadalhorce.
Se cumplen 35 años de las peores inundaciones que se recuerdan en Málaga. El 15 de noviembre de 1989 la ciudad quedó arrasada por los efectos de una brutal gota fría, que acabó con la vida de seis personas. Es una trágica efeméride que este año ha coincidido con el paso de la última DANA por la provincia.
La riada del 89 se mantiene en el tiempo en la memoria colectiva de los malagueños, ya que fue uno de los momentos más dramáticos de la historia reciente de la ciudad: Málaga bajo un diluvio.
Aquel día el cielo de tiñó de negro, comenzó a llover y a granizar y las consecuencias fueron calles anegadas y barrios enteros asolados por el agua.
En dos horas Málaga recibió 150 litros por metros cuadrados; y 200 litros, el Valle del Guadalhorce. El rio se desbordó y también el Campanillas, dejando a miles de trabajadores aislados en los polígonos. En la zona de carretera de Cádiz, las inundaciones fueron especialmente graves.
Más de 2.000 personas tuvieron que ser rescatadas. Locales comerciales arrasados, naves industriales convertidos en auténticos lodazales y coches arrastrados por la corriente. Y lo peor, el coste en vidas humanas. Las consecuencias de estas lluvias torrenciales se prolongaron durante días y provocaron la muerte de 6 personas.
Málaga fue portada de periódicos de todo el mundo. Las imágenes de aquellas inundaciones centraron la atención de todos los medios y, más de 3 décadas después, siguen presentes en la memoria de todos los malagueños que las vivieron.