La pintura, obra de Julio Anaya, aparece con una esvástica en el centro y con el rostro tapado.
El Cristo del Amor de Vélez-Málaga ha sido objeto de actos vandálicos. La pintura, obra del malagueño Julio Anaya, ha aparecido con una esvástica en el centro y con el rostro tapado.
Se trata de una obra realista, pintada en unas ruinas de la localidad, entre olivos y algarrobos, un lugar abandonado de la capital de la Axarquía que se ha convertido en un lugar de peregrinación desde su creación, hace un año. El Cristo del Amor tiene muchos devotos. Los veleños van a rezarle y a ponerle estampas y flores.
Su autor ha anunciado que piensa restaurarlo. Es la primera vez que aparece la figura destrozada. Anteriormente, realizaron grafitis en las ruinas del lugar, pero siempre respetando la obra.