El sector ha mantenido este martes una reunión con la Junta de Andalucia en Sanlúcar de Barrameda para analizar la directiva europea que pretende poner límites a este tipo de pesca a partir de octubre
La pesca de arrastre representa la mitad del total de las capturas mundiales de peces y en su totalidad van al consumo humano directo
Preocuación en la flota pesquera de arrastre de fondo del Golfo de Cádiz. El sector ha mantenido este martes una reunión con la Junta de Andalucia en Sanlúcar de Barrameda para analizar la directiva europea que pretende poner límites a este tipo de pesca a partir de octubre y, también, el Real Decreto para regular la actividad en los caladeros nacionales. La UE argumenta que aplicar una veda permanente atiende a la necesidad de proteger a las especies. Tras la reunión, el sector contempla acudir a la vía jurídica para paralizar una norma, aseguran, no basada en una demostración científica.
La pesca de arrastre enfrenta los intereses económicos del sector pesquero con las tesis de protección de la biodiversidad marina que defienden otros colectivos, como los ecologistas. La prohibición de pescar en hasta 94 caladeros de España, Francia, Irlanda y Portugal a partir de octubre con este arte de pesca, sería dar cumplimiento a un reglamento comunitario al que, hay que recordar, dieron su visto bueno todos los Estados de la Unión Europea.
La pesca de arrastre representa la mitad del total de las capturas mundiales de peces y en su totalidad van al consumo humano directo. Utiliza un método no selectivo con grandes redes y que supone una de las técnicas más perjudiciales para el ecosistema. La normativa europea intenta proteger los fondos más vulnerables. Fondos donde se encuentran, por ejemplo, la merluza, el bacalao, la gamba o la cigala.