El papa Francisco concede la Rosa de Oro a la Virgen de la Macarena
Un regalo exclusivo de los pontífices para expresar reverencia a la Virgen María.
La tradición se remonta al papa León IX, que la instauró en 1049.
La entrega se hará en diciembre, en las vísperas del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.
El Papa Francisco ha concedido la Rosa de Oro a la Virgen de la Esperanza Macarena, que se convertirá en la tercera en España en recibirla, después de la Virgen de la Cabeza (2009) y la Virgen de Montserrat (2023).
La Rosa, que será bendecida por el Papa el cuarto domingo de Cuaresma, se ha regalado desde que se instauró en 1049 a monasterios, santuarios e incluso a reyes, como es el caso de Isabel la Católica, en reconocimiento a su compromiso con la fe católica y el bien común.
El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, comunicó este domingo en la Basílica de la Macarena la concesión papal. El nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito C. Auza, fue el encargado de trasladar al arzobispo el mensaje de la Secretaría de Estado de Su Santidad con la concesión de esta alta distinción pontificia.
Monseñor Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y enviado especial del papa Francisco para el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que tendrá lugar en Sevilla del 4 al 8 de diciembre, será el encargado de llevar la Rosa de Oro en nombre de su Santidad, y la colocará a los pies de la Macarena. El acto de entrega se hará en las vísperas de la apertura del Congreso.
Tras el anuncio por parte del arzobispo de Sevilla, el hermano mayor de la Macarena, José Antonio Fernández, ha agradecido al Papa la concesión y ha renovado "el compromiso de la hermandad de seguir evangelizando incansablemente".
La Rosa de Oro es un regalo exclusivo de los pontífices para expresar reverencia a la Virgen María, tiene raíces antiguas y simboliza la bendición papal. La tradición se remonta al papa León IX, que la instauró en 1049.
A lo largo de los siglos se ha regalado a monasterios, santuarios, soberanos y personalidades destacadas en reconocimiento a su compromiso con la fe y el bien común.
