Dos visiones políticas distintas pero dos vivencias similares como víctimas de ETA que narran en 'Todos los futuros perdidos', libro que han desgranado en La tarde de Canal Sur Radio con Mariló Maldonado.
Borja Sémper concejal en San Sebastián por el PP y Eduardo Madina en Sestao, iniciaron no solo un camino en la política desde muy jóvenes, sino un camino hacia la perdición, el de ser objetivo de ETA en una tierra, Euskadi, donde pensar o decir algo fuera de lo establecido te ponía en una diana que no era imaginaria, era más que real.
Las vivencias de quienes siendo unos chicos veinteañeros tenían que ir con escolta, vivir con precaución y por supuesto con miedo, las han recogido, a pesar de sus diferentes procedencias políticas, en un libro fruto de tres días de encierro juntos y 20 horas de intensa conversación titulado 'Todos los futuros perdidos', que han abordado en La tarde de Canal Sur Radio con Mariló Maldonado.
Después de una década del fin de ETA, de aquel esperado 20 de octubre de 2001, aprenden a "vivir con normalidad", algo a lo que afortunadamente "se aprende rapidísimamente", coinciden ambos, a lo que seguramente ayuda que ya han dejado su actividad política y trabajan alejados de los rifirrafes continuos entre los partidos que un día representaron.
Han contado compartiendo estudio en Canal Sur Radio cómo ambos le han explicado a sus hijos lo que fue ETA y vivir sin libertad en la tierra en que han nacido y coinciden en hacerlo sin tapujos. De hecho, Sémper asegura que lo hace "contándoles la cruda realidad pero sin odio o rencor y dándoles las herramientas para que no se vuelva a repetir porque los totalitarismos nunca descansan y esta sociedad camina hacia más totalitarismos que nos dicen que para ser patriotas tienes has de ser de una manera". Por su parte, Madina señala que "le he contado a mi hijo que cuando vea el mal, aunque afecte a otro que sepa que tarde o temprano le afectará a él, así que aunque el precio fue alto -sufrió un atentado que le amputó una pierna- de diez veces, las diez haría lo mismo porque no me soportaría si hubiera sido indiferente".