En La mañana de Andalucía, María Jesús Vega, portavoz de Acnur en España, y Miguel Domingo, portavoz de Cruz Roja en Andalucía, han explicado todo el proceso que se está siguiendo para el acogimiento de los refugiados.
Se advierte a las personas que solidariamente transportan a los ucranianos a otros países que deben ofrecer todos sus datos a los ayuntamientos o comunidades autónomas para evitar que los refugiados caigan en redes de tráfico de personas.
Los refugiados que huyen de Ucrania superan ya los dos millones. Solo a Polonia han llegado ya más de 1,2 millones de personas que han cruzado la frontera desde Ucrania, aunque el flujo es igualmente constante hacia Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Moldavia, según las cifras de la ONU.
Ante la ola de solidaridad que ello ha provocado, con desplazamiento incluso por carretera para sacar de allí a los refugiados, principalmente mujeres y niños, La mañana de Andalucía ha querido poner luz a cómo se puede ayudar de forma que estas personas tengan la seguridad de que van a ser bien atendidas y evitar así que caigan en manos de las mafias que tratan de aprovecharse de la desesperación de quienes huyen de una guerra. De todo ello han hablado María Jesús Vega, portavoz de Acnur en España, y Miguel Domingo, portavoz de Cruz Roja en Andalucía quienes han explicado cómo es el proceso para acoger a niños y a familias ucranianas que buscan una salida.
Desde el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, se advierte a las personas que solidariamente transportan a los ucranianos a otros países que deben ofrecer todos sus datos a los ayuntamientos o comunidades autónomas para tener un control. Y es que ya han constatado la presencia de redes de tráfico de personas y de trata. María Jesús Vega, la portavoz de Acnur en España, hacía esta petición: "Es importante que la solidaridad esté bien coordinada y las autoridades del país donde están los refugiados y las del país donde van a llegar tienen que saber quiénes son, cuándo vienen, dónde los van a alojar y todo lo demás para tener un control y asegurar que van a ser atendidos correctamente y que no se trata de una red sino que son personas de bien".
En especial, desde Acnur se ha hecho hincapié en los niños, sobre todo porque "cada vez nos encontramos más con menores no acompañados y estamos ayudando a identificarlos para que no se marchen solos". Y es que Vega precisa que "no se puede repetir lo que ocurrió en Bosnia y Ruanda cuando se perdió el control de niños que se fueron a miles de kilómetros con otras familias y cuando acabó la guerra y sus padres consiguieron localizarlos ya estaban dados en adopción".
Así las cosas, María Jesús Vega agradece las muestras de solidaridad y las peticiones de acogimiento, pero precisa que "hay que ver cómo esas ofertas se concretan porque a veces no son viables y no todo vale".
Por su parte, el portavoz de Cruz Roja en Andalucía, Miguel Domingo, comenta que la mayoría de los ucranianos que están llegando a España y en el caso de Andalucía, mayoritariamente a Málaga, "tienen redes de familiares o conocidos que los están acogiendo", si bien en el caso de quienes llegan por sus propios medios sin ese apoyo están recibiendo de Cruz Roja "una primera asistencia y asesoramiento", y además, "estamos reforzando nuestra red de acogida ante el aumento de la llegada de personas". En Andalucía tienen disponibles algo más de 500 plazas.
En cuanto a los ofrecimientos de acogida de niños que están llegándole a Cruz Roja, instan a que "se canalice por las vías legales".