Saborear una copa de vino contemplando cuadros de Goya, Velázquez o Zurbarán es posible si pasan por Jerez
Una bodega ofrece este maridaje de joyas de la pintura y de la vinicultura en un enclave lleno de historia
Disfrutar de una colección única de arte español, de los universos de Goya, Velázquez, Murillo o El Greco, con una copa de vino de más de veinte años en las manos, dispuesta para abrir los sentidos y la sensibilidad, es la excepcional experiencia que ofrece Bodegas Tradición en Jerez de la Frontera (Cádiz).
Tan singular maridaje, de joyas de la pintura y de la vinicultura, se enmarca en la historia de una familia que se inició en la industria del vino en 1650 en Jerez de la Frontera.
EL VENENO DEL ARTE
Sus últimos eslabones, el empresario inmobiliario Joaquín Rivero (fallecido en 2016) y su hija Helena Rivero, actual presidenta de Bodegas Tradición, han atesorado la colección privada de arte más importante de Andalucía: más de trescientas obras de grades pintores españoles de entre los siglos XIV al XIX.
Una selección de 60 de ellas son las que se exhiben en la pinacoteca de Bodegas Tradición para conformar un cuidadoso recorrido por la evolución de las técnicas y estilos de la pintura española a través de sus maestros más conocidos y de los que quedaron ofuscados por ellos, aquellos pintores coetáneos con los que los genios tuvieron que competir para sobresalir.
"Joaquín Rivero se envenenó del arte", cuenta el historiador Manuel Marín, encargado de guiar a los visitantes por la larga historia de esta bodega-pinacoteca, ubicada en un antiguo casco bodeguero del barrio de San Mateo de Jerez. Una de sus paredes forma parte de la muralla del siglos XIII de la ciudad.
UN VISIONARIO DE LOS VINOS VIEJOS
El empresario inmobiliaro Joaquín Rivero, que llegó a estar incluido en la lista Forbes como uno de los más ricos de España, compró este casco bodeguero cuando en 1998 decidió poner en marcha una bodega para restituir la tradición familiar y, sobre todo, para resarcir un dolor: su padre murió de un infarto el mismo día de 1983 en el que le comunicaron que definitivamente había perdido la bodega CZ.
Esas bodegas habían sido fundadas en 1650 por su antepasado Pedro Alonso Cabezas de Aranda y Zarcos y durante siglos sirvieron incluso a casas reales europeas.
Estuvieron en manos de la familia hasta aquel 1983. Fueron entonces adquiridas por Carbonell y luego por un bodeguero de Jerez, pero cayeron en desgracia: "Lo mismo que se tardan generaciones en crear estos vinos, en poco tiempo te los cargas, perdieron todas las soleras", afirma el historiador.
En 1998 Joaquín Rivero logró recuperar la tradición bodeguera de su familia. "Fue un visionario", asegura José Cantalejos, gerente comercial de la bodega. En aquellos años los vinos de Jerez estaban en decadencia, se apostaba por la cantidad y no por la calidad y él "tuvo clarísimo que la recuperación del Jerez pasaría por apostar por la calidad cuando nadie apostaba por estos vinos viejos. Compró soleras antiquísimas".
Y así fundó Bodegas Tradición, la única que se dedica en exclusiva a comercializar vinos VOS (Very Old Sherry, de más de veinte años) y VORS (Very Old Rare Sherry, de más de 30).
En una de la salas de esta bodega Rivero creó en 2005 una pinacoteca para exhibir su poderosa colección de arte.
POR AMOR AL ARTE
Joaquín Rivero comenzó a comprar pinturas como inversión, hasta que "empezó a hacerlo por amor al arte". "Entonces tomó la determinación de hacer una colección en la que se pudiera visionar la pintura española, los grandes maestros de los siglos de oro", cuenta el historiador.
Desde un retablo de Juan de Levi del siglo XIV, en esta sala se recorren seis siglos de maestros de la pintura española como Goya, Velázquez, Murillo, El Greco, Claudio Coello, Juan Simón Gutiérrez , Pedro de Villegas, Antonio del Castillo, Pedro Comprobin, José Jiménez Aranda, hasta llegar a Julio Romero de Torres.
"Es una colección viva", explica el historiador, que cuenta que la hija de Joaquín Rivero, actual presidenta de las bodega, "se envenenó de amor al arte igual que el padre".
UN PASEO POR EL VINO, EL ARTE Y LA HISTORIA
El paseo por el vino y el arte, incluye también otros por la historia.
Uno de ellos a través de un archivo fotográfico que comprende más de 30.000 imágenes, entre ellas los de los fotógrafos jerezanos Eduardo y Manuel Peroras.
Y otro de la documentación que la familia ha guardado desde 1650 en el que se considera el archivo más antiguo de los vinos de Jerez. En él se pueden consultar desde las cartas del envío de vinos en 1832 para la coronación del emperador de Austria, hasta las fórmulas de los vinos que cada cliente encargaba a la bodega.