El Sevilla reclama "la presunción de inocencia" para Kike Salas, en libertad como investigado

El Sevilla ha manifestado su "total respeto a los procedimientos judiciales", después de que su jugador Kike Salas haya sido detenido por la Policía Nacional por forzar presuntamente tarjetas amarillas en su contra en el terreno de juego, para que personas de su entorno social ganaran dinero con apuestas deportivas.

En un comunicado, el club ha mostrado así su "total respeto a los procedimientos judiciales", señalando además el "principio de presunción de inocencia" que asiste a cualquier persona ante procesos de esta naturaleza, también en este caso; y además, condena "cualquier conducta fraudulenta en el mundo del deporte y en particular las que puedan afectar a la integridad de la competición".

Recordemos que un juzgado de Morón de la Frontera investiga al futbolista por un presunto delito de estafa. Tras su arresto, el defensa quedó en libertad a la espera de próximas diligencias judiciales.

Además, eran arrestados también dos amigos del defensa del Sevilla en el marco de una investigación que indagará ahora en el análisis de diferentes pruebas, entre ellas las conversaciones mediante los teléfonos móviles.

Los indicios policiales indican que el jugador habría forzado tarjetas amarillas en encuentros oficiales de La Liga en connivencia con personas de su entorno. Los partidos se celebraron en el tramo final de la pasada temporada, en la que el equipo hispalense consiguió mantenerse en Primera División.

Los investigadores sospechan que el sevillista podría haber participado en una treintena de apuestas amañadas desde Morón de la Frontera, lo que habría generado unas ganancias de unos 10.000 euros en un mes, según las primeras indagaciones.

Se trata de una investigación del Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas (Cenpida), que está adscrito a la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), por ser la encargada de la prevención de este tipo de amaños y fraudes

El internacional español sub-21 se acogió a su derecho constitucional a no declarar, aunque la Policía Nacional, antes de decidir que quedase en libertad, le clonó su teléfono móvil para poder comprobar las comunicaciones del canterano con amigos y personas de su entorno que se habrían beneficiado de este supuesto caso de apuestas amañadas.

El club sevillista no lo ha apartado y ha puesto a su disposición los servicios jurídicos del club. De momento seguirá entrenándose y a disposición de García Pimienta.