El Villarreal conquistó este miércoles el primer título de su historia tras derrotar en la final de la Europa League al todopoderoso Manchester United en una interminable tanda de penaltis (1-1 y 11-10), después de un partido con muchas alternativas que tuvo que decidirse desde los once metros después del pleno de toda la plantilla amarilla.
Llevaba muchos años mereciendo tocar el cielo el proyecto de Fernando Roig, un equipo humilde, de una población de poco más de 50.000 habitantes y que presume de una cantera infinita, ejemplo en el fútbol español. Todo eso no es casualidad y su victoria este miércoles en el Gdansk Arena, tampoco. Su título fue más que merecido aunque necesitase grandes dosis de sufrimiento. El fallo de De Gea fue definitivo.
Tras más de 120 minutos con un buen final de los españoles en la prórroga -aunque el United fue mejor en el cómputo general- la tanda de penaltis acabó resolviendo el título de la Europa League. Marcaron todos, absolutamente todos los futbolistas de ambas plantillas menos de David de Gea, que se topó con Rulli en el vigésimo segundo lanzamiento. Así llegó la gloria europea villarrealense.
Y eso que la noche pronto se puso cuesta arriba para un Villarreal que se vio desbordado en los compases iniciales del partido. El equipo inglés fue una auténtica apisonadora que dejó sin aliento al cuadro castellonense. Los primeros minutos asfixiaron a un equipo que fue tomándole el pulso a la final superado el primer cuarto de hora.
El balón parado ayudó que los pupilos de Unai Emery -no sólo despertaran- sino que fueron capaces de dar el primer golpe en el marcador. Tuvo que ser Parejo, el dueño de un guante en su pie, y por supuesto, su máximo artillero: Gerard Moreno, quienes tejieron el sorprendente 1-0 que puso en alerta a los 'diablos rojos'.
Parejo sacó una falta en tres cuartos de campo y Moreno, con la astucia que le caracteriza, se zafó de Lindelof y remató con acierto ante la salida de David de Gea. El gol hizo crecer a un Villarreal que mejoró en la presión, aumentó la posesión y contuvo con más autoridad a un United que -en juego- confirmaba su condición de favorito.
Los pupilos de Ole Gunnar Solskjaer cambiaron el chip en la segunda mitad y pronto encontraron el premio del empate. Greenwood ya había avisado en el último minuto del acto inicial y Pedraza temió que el VAR corrigiese una decisión del árbitro en un posible penalti. Nada de esto acabó mal para los amarillos, pero sí el siguiente ataque del United.
Un disparo alocado de Rashford desde la frontal del área golpeó en tres jugadores, hizo un 'pinball' indescifrable y Cavani, con el cuchillo entre los dientes, sacó la caña para establecer el 1-1. Un empate más que buscado para el conjunto mancuniano, que se agarró al hambre del uruguayo para 'volver' a la final. Fue el quinto gol del charrúa en los cuatro últimos partidos en la Europa League.
El Manchester dominó con mucha claridad los minutos posteriores al tanto de Cavani, una superioridad que materializó en varias ocasiones de gol. Rulli estuvo fino, pero Rashford tampoco tuvo su mejor noche. Bruno Fernandes desaprovechó la ocasión más clara en el '70. Los de Emery se hartaron a correr y pese a los cambios estuvieron un escalón por debajo de su rival.
Solskjaer no tocó el once inicial hasta el tiempo de prórroga mientras que el Villarreal hizo los cinco antes del 90. Aún así, los 'red devils' tuvieron más gasolina en el depósito que un Villarreal que rezaba por alcanzar la prórroga. Y lo hizo, aunque Pau Torres estuvo a punto de impedirlo en el tiempo añadido.
El 'Xiquet del Poble' tuvo en sus botas el segundo de la noche y el título en consecuencia, pero su lanzamiento no cogió portería desde el borde del área. Ese suspiro llevó el partido hasta el tiempo extra, donde todo empezó de nuevo, incluso para el conjunto español, que supo cambiar la cara al partido cuando más 'arrinconado' estaba.
EL VILLARREAL MEJORA EN LA PRORROGA
El tiempo extra cambió la cara del Villarreal y el dominio voló de un bando a otro gracias a la presencia de Alberto Moreno, muy insistente por el lateral zurdo, y de Alcácer, que buscó el hueco en un par de ocasiones. Ambos tuvieron en sus botas el gol en dos lanzamientos que acabaron en el lateral de la red y por encima del larguero, respectivamente.
En la segunda parte fue incluso mejor para los castellonenses, que siguieron empequeñeciendo a su rival y ganando los espacios a la contra. Aunque también controló el balón y desarboló a un United que parecía perdido, ahora sí, exhausto y vaciado tras más de 100 minutos sin sustituciones. Ni una posible mano de Fred cambió el 1-1 y los penaltis resolvieron el título en Polonia. Todos marcaron y cuando ya tocaba comenzar a repetir jugadores apareció la mano salvadora de Rulli en una noche que jamás olvidará Vila-real.