El novelista catalán ha estado en el Estudio Valentín García de Canal Sur Radio para desvelar en La mañana de Andalucía cómo ha llegado a la poesía y su curiosa devoción por los pingüinos.
Alejandro Palomas, Premio Nadal 2018 por "Un amor", se ha pasado por La mañana de Andalucía. Se trata de un novelista reconocido y de notable éxito, con casi una veintena de libros publicados, algunos de los cuales se están adaptando al cine. Pero no ha profundizado en la poesía hasta hace poco, un camino inverso al que siguen los numerosos poetas que se adentran luego en la narrativa que ha justificado en que "por lo general, la poesía no te da de comer, es un lujo, aunque verdaderamente es lo mío porque me siento más poeta que ficcionador".
Ahora ha publicado "Una flor" escrito en Tierra de Fuego, muy cerca de la Antártida, en una base de pingüinos en la que vivió tres meses de la mano de Josabel Belliure, la mejor pingüinóloga de España, que cada año viaja a la Antártida, y que le permitió acompañarla. La afición a los pingüinos le viene desde niño, cuando "mi tía bibliotecaria le regaló un libro del pingüino Pondus que llevo siempre conmigo. Yo soy muy pingüino".
Este poemario tiene una dedicatoria especial a la editora de Espasa, Belén Bermejo, fallecida recientemente tras una dura lucha contra el cáncer. "Fue la primera que confió en mí como poeta y el poemario empieza hablándole a ella porque teníamos muchas conversaciones sobre poesía. Ella quería leerlo en papel, pero cuando lo tuve, ya no estaba", ha recordado Palomas