El republicano suma 216 representantes por 193 la demócrata Kamala Harris a falta de conocer el resultado final de los llamados estados bisagra donde Trump encabeza el escrutinio. Por ejemplo en Pensilvania donde al 77% del escrutino el expresidente le saca 3,5 puntos a la candidata demócrata.
La mayoría para obtener la Casa Blanca está 270. A la espera del resultado definitivo, los republicanos se ven triunfadores.
Noche electoral en EEUU. El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, encabeza el escrutinio en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El republicano suma 216 representantes por 193 la demócrata Kamala Harris a falta de conocer el resultado final de los llamados estados bisagra donde Trump encabeza el escrutinio. Por ejemplo en Pensilvania donde al 77% del escrutino el expresidente le saca 3,5 puntos a la candidata demócrata. La mayoría para obtener la Casa Blanca está 270. A la espera del resultado definitivo, los republicanos se ven triunfadores.
Kamala Harris sigue el escutinio desde la Universidad de Howard en Washington, donde estudió. Donald Trump desde Palm Beach en Florida, el estado donde reside. Harris ha votado por correo, Donald Trump lo ha hecho en persona y tras depositar su papeleta en Palm Beach, Florida, descartaba que hubiese estallidos de violencia. Decía también que acatará los resultados si las elecciones son justas.
Trump encabeza el recuento y adelanta a Kamala Harris en los estados clave. El mapa se tiñe de rojo republicano y parece que las encuestas se equivocan, no estaban tan reñidos los sondeos. Los republicanos han recuperado el Senado y de los 7 estados clave Trump ha ganado ya Carolina del Norte y va muy adelantado en Georgia, Míchigan, Wisconsin y Pensilvania. El ambiente en el cuartel demócrata es muy sombrío, en el republicano se ven muchas sonrisas.
El candidato republicano se alza como primer presidente que recupera el cargo tras haberlo perdido Grover Cleveland en 1892. Contra todo pronóstico, con un futuro político que parecía agotado tras su procesamiento por el asalto al capitolio, sus cuatro imputaciones penales por decenas de delitos y pese a haber exhibido durante toda la campaña una retórica violenta, racista, machista, xenófoba y autoritaria, Donald Trump ha ganado. La mejora de la economía y el control de la inmigración han sido sus dos grandes promesas electorales, las que lo han aupado otra vez a la presidencia.
Poco después de la medianoche y tras conocerse la derrota en estos dos importantes estados, la vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la Casa Blanca canceló el mensaje que estaba previsto que ofreciera desde la Universidad de Howard, en Washington.
En Florida, miembros de la campaña de Trump y simpatizantes congregados en el centro de convenciones de West Palm Beach esperan a que el republicano aparezca para cantar victoria esta misma noche. "He ganado", dijo el expresidente a sus seguidores al llegar a esa fiesta, aunque todavía no había resultados definitivos.
Tras ganar en Carolina del Norte y Georgia, ya solo necesitaría vencer en Pensilvania, aunque también necesitaría que se oficializaran los resultados de Alaska y un delegado en Maine, estados tradicionalmente republicanos pero que todavía están retrasados en el conteo.
De los siete estados clave, por el momento se ha anunciado el ganador en Carolina del Norte y Georgia, mientras que en Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Arizona y Nevada continúa el escrutinio pero el expresidente sigue en cabeza en todos ellos.
En la carrera presidencial, por el momento, el republicano aventaja a la vicepresidenta demócrata por 247 delegados frente a 210, según las proyecciones de los principales medios estadounidenses.
Los republicanos han conseguido además hacerse con el control de la Cámara alta, después de que hayan logrado arrebatar dos asientos a los demócratas, según las proyecciones de los medios. En el cuartel general demócrata, instalado en la Universidad de Howard, en Washington, donde estudió Harris de joven, el optimismo inicial se mitigó con una seriedad cada vez más evidente a medida que se alargaba la noche y muchas personas comenzaron a abandonar el lugar.
Grandes pantallas y banderas nacionales decoran un campus rodeado de un fuerte despliegue de seguridad y que ha acogido principalmente a alumnos y exalumnos, pendientes todos de los estados clave.
Mientras, el magnate Elon Musk, Eduardo Bolsonaro y el político británico Nigel Farage son algunos de los invitados a la cena que se celebra en Mar-a-Lago, en el sur de Florida, donde el candidato republicano ha estado siguiendo los resultados electorales. Los estadounidenses no deciden por voto popular quién será su próximo presidente, sino que designan a un número de electores en cada estado que conforman el Colegio Electoral y que se encargan de elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca.
El Colegio Electoral es un órgano integrado por 538 delegados que eligen los estados en función de su población. El candidato ganador en cada estado, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios con la excepción de Nebraska y Maine. El aspirante que llega a 270 gana las elecciones.