Bailar nos sienta tan bien...
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La neurociencia lo confirma. 'Bailar favorece la sincronización de los corazones de las personas que están bailando. Esto, que parece una tontería, es una de las bases del bienestar. Hoy sabemos que bailar también es uno de los grandes protectores del envejecimiento sano. Por eso, se está recuperando la terapia de baile'.
Moverse al son de la música es algo que todos hacemos incluso de forma inconsciente. El impulso de danzar rítmicamente se da desde los inicios de las civilizaciones. Los primeros humanos se reunían para bailar como modo de celebración o de ceremonia ritual.
Las personas que bailan parecen y son más felices.
Al bailar liberamos endorfinas, conocidas como 'las hormonas de la felicidad', son respuestas emocionales placenteras.
La danza o el simple movimiento estabiliza el sistema nervioso simpático y mejora los síntomas de la depresión. Ayuda a mantener el peso a través de secuencias de cardio y promueve habilidades importantes que son la fuerza, el equilibrio y la resistencia. Además, mejora elasticidad y la postura corporal , al tiempo que aumenta la capacidad pulmonar. Bailar es además una forma de comunicación efectiva y de expresión que nos facilita las relaciones interpersonales.
