Hay personas esencialmente fieles y personas que son propensas a ser infieles, pero ¿cuál es el motivo?
Un reciente estudio de investigadores suecos ha concluído que un gen, el alelo 334, podría ser el culpable de la infidelidad en aquellos varones portadores. Este gen gestiona la producción de la hormona vasopresina, que nuestro cerebro genera naturalmente, por ejemplo, durante los orgasmos. El estudio no considera que el varón portador necesariamente sea infiel pero sí que está más predispuesto.