Este lunes se celebra el Día Internacional del Orgullo.
Hace 52 años de la primera manifestación por los derechos de las personas no heterosexuales en Nueva York.
Y se cumplen también cincuenta años de la famosa redada del Pasaje Begoña en Torremolinos.
En Los Reporteros volvemos a 1971.
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El próximo lunes 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTBI+, que conmemora la primera manifestación por los derechos de las personas no heterosexuales en Nueva York, hace 52 años. También esta semana se cumplen 50 años de la gran redada del Pasaje Begoña, en Torremolinos. Un hecho que puso fin a un oasis de libertad y tolerancia. En Los Reporteros hemos analizado 50 años de lucha por la igualdad.
A Sandra Almodóvar la detuvieron en el pasaje Begoña: "Un día entró allí la policía y nos cogió a todos. Esto una redada. El que tenga carné a la izquierda, el que no a la derecha y los extranjeros en el centro. Me condenaron a ocho meses por vago y maleante y yo con mi contrato y todo trabajando".
Jorge Pérez, presidente de la Asociación Pasaje Begoña explica cómo allí iba "gente de todo el mundo, estrellas de Hollywood, cantantes, hijos de diplomáticos, familias reales, venía gente de mucho nivel, de mucho glamour: John Lennon, Pia Beck con su mujer Marga, Grace John, Helmut Berger, la pareja de Visconti, Amanda Lear, como ejemplo de las personas que visitaban el pasaje. Había muchas personas más anónima. Son las que de verdad daban vida este lugar, no solo las estrellas".
Quedan poco testigos que vivieran la historia del Pasaje Begoña en primera persona. Uno de ellos es Ramón Cadenas con el que vamos hasta el pasaje y que se reconoce en los graffiti conmemorativos que hoy lo decoran: "Torremolinos y Begoña fue una bocanada de aire fresco, de lo que no había en ningún sitio y la gente quería. Colorido, diversidad, época de hippies con pelo largo, las suecas con bikini, extranjeros, toda esa diversidad que a los españoles le era muy extraña, muy lejana".
Ramón tenía 18 años cuando llegó a Torremolinos, a un oasis de color en una España en blanco y negro "una época que no volverá jamás, ni el color, ni los personajes, ni la alegría, la diversidad de la gente".
Volvemos con Sandra que lleva 40 años sobre los escenarios y ha hecho algunos pequeños papeles en el cine, en películas como La Mala Educación de Pedro Almodóvar. Ahora trabaja en el Pourquoi Pas, un bar de Torremolinos que abrió en el 68 y que aún conserva la estética de los locales de la época. "Yo la época del pasaje Begoña lo he vivido en mis carnes con muy mal recuerdo". Y rememora cómo un policía secreta "se me acercó, me miró de arriba abajo y dice al compañero ¿sabes cómo se termina esta escoria?: poniendo a cada maricón una pistola en la sien y pegando tiros y se eliminan del mundo".
En junio de 1971, una gran redada puso punto y final al Pasaje Begoña. Se cumplen ahora cincuenta años. Hubo más de 300 detenidos, muchos de ellos extranjeros que fueron deportados a sus países. Ramón Cadenas considera que esa redada "hundió la vida de muchas personas, sobre todo a la gente joven. Cuando su familia se enteró que eran homosexual, a muchos de ellos los echaron de su casa y esa gente lo pasaron muy mal, muy mal, hubo, si no recuerdo mal, dos de esas personas que se suicidaron".
La Junta de Andalucía y el Congreso de los Diputados ha dicho que esto es un lugar referente de la memoria histórica y es la cuna de los derechos y libertades de LGTBI en nuestro país y que merece y merece ser conservado y merece ser recordado, cuenta Jorge Pérez.
El Pasaje Begoña está hermanado con el Stonewall Inn, el mítico bar de Nueva York, donde, también tras una redada de la policía, comenzaron los disturbios que dieron origen al movimiento de liberación LGBTIQ+. Fue un 28 de junio de 1969, una fecha que se conmemora cada año con el Día del Orgullo.
Juan Bertuchi ha adaptado y dirige una obra de teatro que fue pionera hace más de medio siglo, "Los chicos de la banda". Por segundo año, la pandemia ha obligado a suspender los desfiles del día del Orgullo y en Torremolinos la reivindicación de los derechos se hará desde un escenario.
Bertuchi cree que "se ha avanzado mucho a costa del sudor, la lucha, la entrega, la persecución de muchas personas, pero si es verdad que ahora precisamente hace falta mostrar de nuevo que la diversidad es enriquecedora que la diversidad es positiva, que yo no tengo porque pensar igual que tú pero tengo que respetarte ¡ojo! no tolerarte. No hablamos de que me toleres, hablamos de que me respetes".
Los chicos de la banda fue una obra de Mart Crowley que se estrenó no en Broadway sino en off Broadway en 1968 y lo que tenía de revolucionarios era que ponía por primera vez el foco en la homosexualidad, cuenta Bertuchi. La historia gira en torno a un grupo de amigos homosexuales que se reúne para celebrar una fiesta de cumpleaños. Cada personaje representa una actitud ante la sociedad y sus prejuicios.
Rafael Fernández, uno de los actores, dice de su personaje que es "el mariquita de pueblo, el amigo mariquita, el amigo que sí, que guay, que gracioso pero que los primeros que metían en las lecheras eran los que más se le notaban y los primeros que pillaban los palos eran los que más se les notaba. Yo creo que hay que homenajearlo a estos personajes y hay que ponerlos en valor, claro que sí".
Rafael es actor por afición y albañil de profesión. Y cree que hay gente que es activista sin saberlo. "Simplemente viviendo en su barrio de manera natural con su pareja, su trabajo, haciendo sus cosas cotidianas pues poco a poco la gente o los que sean un poco más reaccionarios pues ven que no pasa nada"
La obra no deja de mostrar una realidad que aún se sigue viviendo y pone el foco en la diversidad, frente a la intolerancia y los delitos de odio. Ainhoa Villena es la única mujer de la obra. En la obra original su personaje era un chico negro que sufría una doble discriminación: por su orientación sexual y el color de su piel. En esta versión es un chico transexual. "Yo salgo a la calle y voy con mi pareja y yo hay algunos tramos a lo mejor en los que le tengo que soltar la mano porque, o si pasamos delante de algunos muchachos o lo que sea, tengo miedo".
Santiago Rubio, Presidente de la Asociación LGTBI Colega Torremolinos, cree que "el colectivo transexual es el colectivo más visible y que más ha empujado por los derechos por los derechos LGTBI ahora. Han estado en las cabeceras de la manifestación mientras que los gais estábamos un poquito más atrás como viendo la vida pasar".
Fuera del escenario, Santiago es un histórico del activismo. Lleva tres décadas luchando por los derechos del colectivo LGTBI y cree que "es verdad que hemos avanzado mucho, no hay que negarlo hemos avanzado mucho en leyes, hemos avanzado mucho sobre papel, hemos avanzado mucho en derechos, ¿hemos avanzado tanto en la sociedad?"